Uno de los requisitos más importantes de este proyecto fue el diseño de una isla que conectase la cocina y el salón creando así una zona de apoyo y un espacio de comedor integrado.
Alrededor de este núcleo se desarrolló la zona de día: mobiliario, iluminación, textiles, decoración, elegidos cuidadosamente atendiendo al gusto de los clientes, a las características de los espacios y al entorno donde se localizaba la vivienda.